Diario de un detective
Lolau

Lunes 21/03/2022

A las 8 am apareció M.J. en mi oficina.

Sabía de su visita gracias al  escrupuloso  seguimiento que hago de mi agenda, algo imprescindible para mi trabajo. Una vez que tomó posesión de su asiento,  frente a mí, solo gracias a mi mucho oficio conseguí mantener la sangre fría y el pulso firme. Tenía ante mí un ejemplo de belleza soberbia. Le mantuve la mirada mientras  su inquietante voz me explicaba el motivo de su visita: sospechaba sobre la fidelidad de su pareja y quería salir de dudasYA, por eso me exigió que comenzara a trabajar esa misma tarde. No se molestó en preguntar por mis honorarios, tampoco quiso  tratar los detalles con mi ayudante, solo conmigo. Desde luego, sabía mandar y la paciencia no era su fuerte. Me entregó un sobre con fotos, direcciones, rutinas, horarios y salió por la puerta con el mismo paso felino con el que había entrado.

Después de su marcha, me costó seguir con mis tareas habituales.

A las 5pm me encontraba frente al lugar de trabajo de mi objetivo, un emblemático edificio que chorreaba pasta, mucha pasta, esperando su salida. Ninguna de las muchas caras, ninguno de los muchos cuerpos que salían del edificio, se parecían remotamente a  las fotos que yo había memorizado. Me duele reconocerlo pero me había dado esquinazo. Aunque soy muy competente en mi trabajo, a veces pasa. Muy pocas veces, casi nunca, pero a veces pasa.

A las 8 pm, después de rematar la tarde en mi oficina, he llegado a casa; siguiendo nuestra habitual rutina, mi adorable pareja me ha abierto la puerta y su preciosa sonrisa ha conseguido borrar el disgusto y, el cansancio  acumulado a lo largo del día.

Claro, le encanta que sea detective.

Martes 12/03/2022

A las 4:30 pm estoy otra vez enfrente del edificio de oficinas, pero esta vez no habrá esquinazo, mis tres ayudantes vigilan las otras tantas salidas del edificio y a las 5:00,  uno de ellos me ha avisado de que una persona con una fisionomía compatible con nuestro objetivo acaba de salir del edificio por una de las  puertas de servicio. Un truco que solo usas cuando tienes algo que ocultar. Nos turnamos en su seguimiento para evitar que se percate de nuestra presencia y es uno de mis ayudantes quien por fin,  tras muchas desviaciones, rotondas y semáforos ve al objetivo entrar en una elegante vivienda de una zona residencial muy, pero que muy exclusiva. Es una suerte que no tenga acceso privado. No lo entiendo, porque quien viva aquí debe tener mucho que proteger. Allá ellos y sus caprichos de ricos. Tengo la dirección. Vuelvo a la oficina y sigo trabajando.

A las 8:00pm, puntual, como siempre, llego a mi casa, disponiéndome a disfrutar de mi merecido baño, de mi merecida cena y de mi merecido amor. Abren la puerta mi pareja y su preciosa sonrisa. Me sorprende con una cena especial.

Soy detective.

Soy feliz.

Miércoles 13/03/2022

Desde las   4:30 pm estoy dentro de mi coche, aparcado frente a la casa donde aparecerá mi objetivo dentro de poco.

Ahí está. Siento respeto por ella porque el disfraz es realmente bueno, si no fuéramos muy profesionales nos habría dado el pego. Nadie reconocería  a la espectacular y conocidísima S. L en esa mujer vulgar y anodina. No sospecha. Cree que lo tiene todo controlado.  Necesito pruebas y empiezo a hacer fotos; desde donde estoy no puede verme. Toca el timbre, enseguida abren la puerta. Sigo haciendo fotos. A través del objetivo  veo a mi  pareja  en el umbral de la puerta desplegando su preciosa sonrisa. Se besan. Disparo. Con pasión. Disparo. Se funden en un abrazo. Disparo. Entran. Disparo. Cierran la puerta. Termino de hacer fotos. Termino de disparar. Me miro las manos. Miro al vacío que hay delante de mí. Sigo respirando. Sigo teniendo pulso.

No sé cómo, vuelvo a la oficina. Llamo a mi cliente y concierto una cita para mañana a las  8 am.  A pesar de mi estado, su voz ronca y viril me sigue produciendo escalofríos. Caso cerrado.

No sé cómo, son las 8 pm y  estoy tocando el timbre de mi casa. Abre la puerta la preciosa sonrisa de mi mujer.

Soy  detective. Soy  una mujer rota.

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